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| Buen clima para el trigo, nubarrones para el precio |
El productor agropecuario sabe que el resultado de una cosecha no depende sólo del acompañamiento del clima en su zona sino que, además, el precio surgirá de una combinación de oferta y demanda mundial. Este mix hace que Stella Maris Carballo se defina como técnica investigadora del Instituto del Clima y Agua del Inta Castelar por entender que desde una sola incumbencia profesional, no es posible elaborar un pronóstico certero.
La profesional brindó anoche una charla sobre las perspectivas climáticas para el otoño e invierno ante un nutrido grupo de productores, en dependencias de la Sociedad Rural de Santa Fe. En síntesis, Carballo les dijo que Santa Fe tiene buenas condiciones para la siembra de trigo, en el país habrá menor área sembrada por heladas tempranas y el mundo apunta a tener buena producción aunque nuestro principal comprador, Brasil, volvería a tener necesidades de compras externas. La luz amarilla la enciende Estados Unidos que en las próximas semanas podría anunciar una superproducción triguera que haría bajar los precios internacionales.
"La producción tiene dos variables: llegar a término al mercado y al momento de la venta tener un precio que, al menos, supere los costos". Por eso, no sólo importa el clima interno sino lo que ocurra en los demás países trigueros.
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Nuestro clima
En la Argentina, tras un verano complicado, el informe hace hincapié en que Santa Fe tuvo buenas lluvias un marzo, panorama que no se repite en el resto de las áreas trigueras de la Argentina. Carballo advierte que La Pampa y el sudoeste de Buenos Aires son zonas que están secas y si se suma la experiencia negativa que los productores del norte (Salta, Tucumán y Chaco) tuvieron en las dos últimas campañas trigueras, se puede concluir que habrá una menor área sembrada.
Carballo recuerda que el Instituto había advertido que se iba a adelantar el invierno respecto de los años anteriores. En los últimos años, los primeros fríos intensos se produjeron hacia fines de junio y principios de julio y este año se adelantaron para esta semana. La especialista informa que hubo heladas de 10 grados menos cero en La Pampa el pasado fin de semana y pronostica la llegada de otro frente frío para el miércoles. "Estas heladas con tanta intensidad en abril, especialmente en la zona central de Buenos Aires, no se registraban desde hacía 25 años. Esto marca una tendencia. El miércoles tendremos otro ingreso polar que hará que bajen las temperaturas".
Pero además estima que el inicio de la primavera en la zona central del país puede retrasarse.
"Un invierno adelantado, prolongado, con mayor riesgo de heladas que otros años y en algunos lugares, como La Pampa y el sudoeste de Buenos Aires, la falta de humedad y el frío perjudican las pasturas y verdeos y tendrá impacto sobre la ganadería".
Carballo no duda en remarcar que si el ingreso a la primavera es tardío, Santa Fe ya tiene el almacenaje necesario para poder hacer la siembra y tener la posibilidad de que el cultivo evolucione hasta el momento de las lluvias. "En otros lugares del país esa reserva está en duda".
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Fronteras afuera
En cuanto a los restantes países trigueros, la experta marca que Estados Unidos tiene una evolución de lluvias muy buena donde la expectativa supera las últimas cinco campañas. En Europa, no se observan anomalías e incluso Rusia y Ucrania que tenían algún atraso en las siembras han recompuesto su perspectiva en las últimas semanas. En cambio, Australia sí tiene problemas climáticos.
Brasil ofrece un panorama disímil ya que en Río Grande do Sul, tras la fuerte sequía de enero y febrero que hizo subir el precio internacional de la soja, en marzo normalizó el ciclo de lluvia y tiene buena perspectiva triguera, mientras que en el área de Paraná-Matto Grosso, que no tuvo problemas con la cosecha de soja, ahora sí tiene déficit hídrico. "No todo está dicho sobre la evolución del trigo en Brasil", resume.
Brasil es hoy el principal comprador de trigo argentino que viene aumentando producción y bajando las compras.
Todo este rompecabezas, hace que el productor se interese por los nuevos mapas y las perspectivas climáticas. Carballo reconoce que el Instituto del Clima y del Agua hace tiempo que trabaja el tema pero recién en los últimos tres años hace un trabajo de extensión que, reconoce, "cada vez tiene mayor predicamento entre los productores".
Los pronósticos
Carballo, en materia de pronósticos, diferenció los de corto y los de largo plazo. "Una cosa es el pronóstico a corto plazo sobre el que existe gran certeza y que no se puede extender a más de siete días. Se elabora sobre la base de las condiciones de desarrollo de la atmósfera, y la atmósfera completa su desarrollo en pocos días. Por lo tanto, luego es un hecho nuevo y hay que rehacerlo cada siete días", explica.
"En cuanto al largo plazo, el fundamento del trabajo es lo que sucede en los océanos, que son los que motorizan la atmósfera a meses vistas. Necesita saber y seguir las condiciones del océano y tratar de hacer un pronóstico de por lo menos tres meses."
Para la especialista, en este período se está en una condición de neutralidad sin entrar a procesos de Niño ni de Niña, asegura.
Técnica investigadora
Con varios títulos universitarios, entre ellos, contadora pública, licenciada en Geografía con varios cursos para lectura de imágenes, Carballo prefiere definirse como técnica investigadora del Instituto del Clima y del Agua. Considera que para poder entender el mundo globalizado es imprescindible tener una formación amplia para entender lo que pasa y poder transmitírselo a los productores.
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Fuente: EL Litoral - Santa Fe
Fecha de publicación: 02/05/2005 |
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